Migrant Stories

Un curso intensivo sobre comunicación radiofónica humanitaria

“¡Tienen 30 minutos para instalar la estación de radio y comenzar a emitir! Así que apúrense”

Después de un raudo despliegue, nos esforzamos por recordar aquello que practicamos en el curso la semana anterior y, como por arte de magia, ya estábamos en el aire.

Nadie se imaginaría lo sencillo —y útil— que resulta poner en marcha una estación de radio, siempre que se cuente con ciertas piezas fundamentales de equipamiento. Nuestro equipo, compuesto de 15 personas —algunos trabajadores de organizaciones humanitarias y otros con experiencia en radio, pero todos con conocimientos en “técnicas de radiofonía humanitaria”— y provisto de una “radio portátil”, un transmisor, una antena y una semana de formación en técnicas radiofónicas para intervenciones en caso de desastres, se ocupó de las emisiones durante tres días desde el aula de una escuela de la ciudad de Tagbilaran (Bohol), en la región de Central Visayas, en Filipinas.

Cabe señalar que el grupo contó con la ayuda de técnicos e instructores experimentados de First Response Radio, un grupo de especialistas en emisiones humanitarias que, desde el tsunami ocurrido en el océano Índico en 2004, ha brindado apoyo en casos de desastres en todas partes del mundo mediante la radiodifusión de emergencia.

La isla de Bohol en la región filipina de Central Visayas sufrió un fuerte terremoto en octubre de 2013, que causó graves daños en viviendas y edificios públicos, y provocó el desplazamiento de unas 350.000 personas.

Las pruebas sobre el terreno permitieron poner en práctica lo aprendido sobre la comunicación bidireccional y la función de la información como elemento de ayuda para las comunidades víctimas de desastres. El grupo se dividió en tres subgrupos que se turnaron para llevar a cabo la radiodifusión de información a los ciudadanos de Bohol sobre cuestiones diversas, desde la inscripción en programas de capacitación del gobierno local hasta la seguridad antisísmica en las escuelas. Las entrevistas a los miembros de la comunidad local dejaron entrever que ocho meses después del terremoto subsistían cuestiones esenciales por resolver, por ejemplo, las viviendas dañadas y la falta de medios de vida sostenibles a largo plazo.

La función del grupo radicaba en trasmitir las preocupaciones de la población a las agencias gubernamentales o humanitarias pertinentes para que éstas brindaran soluciones y aumentaran con ello la eficacia de las intervenciones de socorro de manera general. Se hizo hincapié en recabar los comentarios de la comunidad y se alentó a los oyentes a que escribieran o llamasen al programa para relatar sus experiencias derivadas del terremoto o hablar sobre algún problema vigente, o simplemente para solicitar una canción.

El “estudio” de radio —una mesa de mezclas, algunos micrófonos y un ordenador portátil, literalmente cargados en una maleta— está especialmente diseñado para ser transportado fácilmente cuando sea preciso llevar a cabo una intervención rápida.

Tacloban City, el pueblo que fue arrasado por el tifón Haiyan en noviembre de 2013, fue el primer lugar en Filipinas en el que se realizó una verdadera intervención. A raíz del tifón, la ciudad se sumió en el caos dado que la falta de información fiable fomentó los rumores sobre los saqueos masivos y el vandalismo. Una semana después del tifón, que dejó sin electricidad a toda la región y destruyó los medios de comunicación, incluidas las estaciones de televisión y de radio —algunas de las cuales siguen sin poder emitir— First Response Radio comenzó la radiodifusión desde el ayuntamiento de Tacloban.

Buena prueba del éxito de la iniciativa es que la estación de radio, que ahora se denomina ‘Radyo Abante’, sigue funcionando de manos de periodistas locales que perdieron su trabajo debido al tifón, y a quienes First Response Radio proporcionó formación en radiodifusión humanitaria. Las agencias de ayuda humanitaria valoran enormemente los comentarios que los oyentes formulan a la estación de radio, ya que estos reflejan de manera inmediata la eficacia de la ayuda brindada para satisfacer las necesidades de las comunidades afectadas por el tifón.

El segundo día en Bohol nos dimos cuenta de la importancia que revestía la estación de radio para la comunidad local. La radio recibía mensajes de texto desde puntos situados a 12 kilómetros de distancia, contaba con una audiencia fiel, y muchas personas pedían el programa para el resto de la semana. Por desgracia, las prácticas en el terreno estaban previstas únicamente para una duración determinada, pero incluso en ese breve lapso pudimos sentir el gran poder de la radio como herramienta de información y, más importante si cabe, cuan reconfortante era para las personas que padecían traumas meses después del desastre. Si esta breve presencia en las ondas de radio tuvo tal incidencia, ocho meses después del terremoto en Bohol, cabe preguntarse por la importancia que reviste esta actividad inmediatamente después de un desastre de gran magnitud. En Filipinas se producen situaciones de emergencia cada dos por tres. Ahora bien, al menos cuando ello ocurra habrá un grupo de reporteros humanitarios listos para intervenir y obtener la información crucial para las comunidades.

Puede obtener más información sobre First Response Radio en: http://firstresponseradio.org/.

Si desea más información sobre la comunicación con las comunidades (CwC por sus siglas en inglés), puede consultar: http://philippineresponse.iom.int/communications-with-communities.