Hasta mayo de este año, Dairo, un colombiano de la costa
norte, se había dedicado a cantar y a hacer presentaciones
con el grupo de música vallenata del que hace parte en el
Cesar, la ciudad donde nació.

Un día de mayo su vida cambió: mientras
hacían una presentación en su pueblo, el grupo
recibió una propuesta laboral que para ellos no solo era
oportunidad económica, sino la de realizar el sueño
que siempre habían tenido como grupo: Ir a otro país
a difundir su cultura vallenata y presentarse en festivales en el
extranjero.

Él y sus tres compañeros musicales son muy
conocidos en su región por su música y por animar los
eventos especiales de los Cesarenses, para quienes el vallenato,
además de ser su música típica, simboliza su
cultura y sus raíces costeñas.

El vallenato, dicen los artistas, representa culturalmente el
mestizaje del que nacieron sus antepasados en la costa norte del
país y los tres instrumentos (acordeón, guacharaca y
caja vallenata) surgieron de la mezcla de tres culturas: la
española, la africana y la indígena.

Dairo, de 27 años, interpreta el acordeón desde
que era un niño porque sus abuelos y tíos le
enseñaron.  Los otros tres músicos
también se han dedicado desde pequeños a la
música, pero por razones económicas, han tenido que
realizar paralelamente labores en el campo y otros sectores para su
manutención y la de sus familias.

Dairo fue seleccionado junto con su grupo vallenato y otras 300
personas de su región para participar en el Programa de
Migración Laboral, Temporal y Circular (MLTC), implementado
en Colombia por la OIM y la Unió de Pagesos / Agricultores
Solidarios en España, con el financiamiento del Programa
Aeneas de la Comisión Europea.

Como participante en este Programa, Dairo trabajará por
un período de seis meses recolectando frutas en
Cataluña, tiempo al cabo del cual regresará a
Colombia, con la opción de repetir el ciclo el
próximo año.

El grupo musical fue seleccionado por la Fundación
Carboandes de Valledupar no sólo porque tienen habilidades
para el trabajo en el campo sino porque el programa MLTC busca
también promover actividades culturales con el fin de
ofrecer no solo posibilidades laborales a los migrantes, sino
además entretenimiento y difusión de sus
culturas.

Con ritmo y son vallenato, de viaje a
Cataluña

El 1 de julio Dairo y sus compañeros salieron rumbo a
Cataluña.  Mientras estaban en el aeropuerto al lado de
sus maletas, interpretaban algunas canciones en ritmos de paseo,
puya y son, típicas de su repertorio. Recordaban a sus
familias, a las que esperan ver pronto y a su gente del Cesar
quienes para Dairo “son más que el motivo de regreso,
de volver a cantarles y a contarles cómo es la vida
allá al otro lado”.

Trabajarán de lunes a viernes en las granjas recogiendo
frutas, y durante los fines de semana se dedicarán a ofrecer
conciertos con su música en diferentes lugares de la
región de Cataluña, explicando la historia de cada
una de las canciones y acompañados de trajes típicos.
Además los cantantes asistirán al evento anual de la
campaña agraria de Cataluña en el que se realizan
muestras culturales de diferentes países, y harán
presencia en un festival intercultural en Francia.

"Nunca imaginamos que pudiéramos ir a otro país a
hacer lo que nos gusta y que además nos ofrecieran la
oportunidad de trabajar y aprender otras cosas", cuenta Henry
Pinto, el cantante del grupo.

En seis meses este grupo regresará mientras otros
temporeros de otras regiones del país preparan sus maletas
para irse bajo el mismo Modelo de migración, que ha
beneficiará en este año a 1800 personas.