Migrant Stories

Retornados ucranianos escapan de la violencia en Siria

Es tarde cuando, tras un largo viaje que comenzó en Damasco, Natalia y sus hijos pisan la terminal de llegadas del aeropuerto Boryspil (Kyiv).  Están agotados, pero se encuentran a salvo.

Natalia es una de las 54 mujeres y menores ucranianos desamparados que, a mediados de julio, recibieron la ayuda de la OIM para huir del conflicto en Siria.  Tanto ella como sus hijos, de siete, nueve y once años, han vivido una experiencia traumática y necesitarán tiempo para superarla.

La familia de Natalia vivía en una zona periférica de la ciudad de Deir ez-Zor.  Hace algunos años, su marido, un nacional sirio, se marchó a estudiar a Ucrania y, una vez que estalló el conflicto en Siria, le resultó imposible regresar a su país.

Cuando la violencia alcanzó la vecindad en la que residían, Natalia decidió volver a Ucrania.   El primer intento para llegar a la Embajada de Ucrania en Damasco casi tiene un final trágico, con la explosión, a menos de 100 metros de su vehículo, de una bomba.

En el segundo, consiguieron alcanzar Damasco, pero, de regreso, unos hombres armados pararon el taxi en el que viajaban y amenazaron con matar a Natalia y sus hijos por las sospechas sobre otros pasajeros.

Natalia aún se solivianta cuando recuerda este incidente: “¡Estaba tan asustada! ¡Tenía mucho miedo por los niños! Gracias a Dios sobrevivimos.  No regresaré allí hasta que todo esto acabe”.

A finales de junio, la Embajada de Ucrania en Damasco solicitó la intervención de la OIM para ayudar a Natalia y a sus hijos.  “Son muchas las embajadas que recurren a nosotros para ayudar a los nacionales que están desamparados.  Hasta ahora, hemos prestado asistencia para el retorno a unas 620 personas, incluidos ucranianos, gracias a la financiación del Fondo central de las Naciones Unidas para la acción en casos de emergencia”, explica Maria Rumman, jefa de la misión de la OIM en Siria.

Natalia está muy agradecida al Cónsul de Ucrania en Damasco, quien hizo todo lo que estuvo a su alcance para ayudarlos, y a la OIM:  “Nuestro retorno no hubiera sido posible sin la ayuda de la OIM”.

Según afirma, un gran número de mujeres ucranianas residen en Deir ez-Zor y están casadas con nacionales sirios que estudiaron en universidades de Ucrania.

Según informa el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, en torno a 5.000 ciudadanos ucranianos permanecían en Siria a principios de julio.  “Hacemos todo lo que podemos para ayudar a quienes desean retornar y agradecemos a la OIM las labores de traslado de nuestros nacionales, en especial de mujeres, fuera de Siria”, afirma Oleh Voloshyn, jefe de la Dirección General de Política de Información del antedicho ministerio.

“Tras el éxito de la evacuación de nacionales ucranianos de Libia el año pasado, la OIM seguirá prestando ayuda a Ucrania para la reubicación de nacionales vulnerables que deseen partir de Siria.  Los preparativos para el traslado de otras 27 personas están en curso”, concluye Manfred Profazi, jefe de la misión de la OIM en Ucrania.