Migrant Stories

Migración Laboral: Recurso humano de gran valor

Su rostro se iluminó inmediatamente cuando se refirió
a su natal Nicaragua.  Es así como los recuerdos
brotan, la memoria de lugares, olores, paisajes, gentes y
sentimientos.  Todo unido a la realidad de tener que migrar a
Costa Rica con el fin de buscar mejores oportunidades laborales.

Don Modesto, quien tiene ocho años de vivir en Costa
Rica, habla sobre las buenas oportunidades de trabajo y calidad de
vida que ha encontrado en Costa Rica: "Guanacaste me ha dado un
mejor hogar, amabilidad y gentileza por parte de los
costarricenses, aquí me siento bien… creo que
encontré el lugar donde hacer una vida con oportunidades
laborales, a pesar de que en ocasiones recibamos malos tratos y
humillación por parte de algunas personas
inescrupulosas".

Lo que vive Don Modesto es parte de una situación que
enfrentan millares de nicaragüenses al migrar hacia Costa
Rica.

Los flujos migratorios de Nicaragua hacia Costa Rica responden a
una combinación de factores que tienen como telón de
fondo una historia de catástrofes naturales, conflictos
políticos y desajustes económicos
estructurales.  La contracción económica y el
cese de los conflictos bélicos en Nicaragua son dos factores
determinantes de la emigración en el período
más reciente. El primero promovió el movimiento
migratorio en búsqueda de opciones laborales y el segundo
facilitó el traspaso de los límites fronterizos
terrestres que son extensos y escasamente poblados y vigilados.

Para los trabajadores de sectores desempleados y mal remunerados
de Nicaragua, Costa Rica se presenta como una atractiva alternativa
laboral, un país accesible, con una calidad de vida superior
a la nicaragüense y con demandas claras y explícitas de
trabajadores. 

Nicaragua expulsa población como consecuencia de las
medidas macroeconómicas que han generado una importante
exclusión social, y Costa Rica atrae fuerza laboral para las
empresas que demandan trabajadores con aspiraciones cada vez menos
frecuentes en el país.  La migración de esta
población está sujeta a las leyes de la oferta y la
demanda laboral en el nuevo contexto de la globalización, en
donde la pérdida de dinamismo productivo en Nicaragua ha
coincidido con la emergencia económica de ciertas
regiones.

No existe información precisa sobre la magnitud de los
flujos migratorios entre estos dos países, pero existen
estimaciones sobre el número total de migrantes en Costa
Rica, regulares e irregulares, por lo que se puede concluir que en
Costa Rica residen unos 250.000 nicaragüenses de manera
permanente.  Un número similar podría
encontrarse en el país en situación irregular,
respondiendo a trabajos estacionales o sin pretender residir de
manera permanente en el país.

El incremento de la migración nicaragüense en Costa
Rica se inserta dentro del conjunto de cambios que ha experimentado
la sociedad costarricense desde mediados de los años ochenta
y, principalmente, esta vinculado con la demanda de mano de obra en
una serie de actividades económicas que adquieren relevancia
dentro del proceso de ajuste estructural, así como el
surgimiento de nuevas oportunidades laborales en el sector
servicios y comercios para los costarricenses, que a su vez dejan
un faltante de mano de obra en actividades tradicionales como la
recolección de café, la caña, cítricos,
servicio doméstico y la construcción.

Para la población irregular nicaragüense, las
condiciones son desventajosas en cuanto a la protección de
los derechos laborales en general, lo cual genera una serie de
problemas sociales.

Muchas veces por desconocimiento y temor, los trabajadores
migrantes prefieren no estar dentro del régimen del Seguro
Social de Costa Rica, lo que significa para el patrono un gran
ahorro, sin pensar en los peligros que corre el trabajador al estar
sin seguro médico, y en lo laboral conlleva  muchos
riesgos físicos.  Al no estar regularizado el
trabajador migrante es contratado, por ejemplo en la
construcción, con salarios por debajo del salario
mínimo, sin contrato laboral escrito y sin seguro social,
por lo que no tienen ninguna protección ante accidentes en
el trabajo.

En proyectos de construcción aledaños a las
fronteras los trabajadores migrantes duermen hacinados en
estructuras básicas.  Trabajan bajo ritmos intensos y
jornadas laborales muy extensas.  La alimentación
consta de una dieta básica: arroz, frijoles y tortilla de
maíz con una taza de café, muchas veces sin las
proteínas o calorías necesarias para el fuerte
trabajo que deben realizar.

El estado costarricense ha realizado enormes esfuerzos en la
protección de los derechos a las poblaciones migrantes, sin
embargo, existen aún algunos vacíos, producto de las
mismas condiciones de irregularidad y la ventaja que toman patronos
inescrupulosos.

Según Johnny Ruíz, Jefe del Departamento de
Migraciones Laborales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
de Costa Rica  "La idea fundamental es que los y las
nicaragüenses que se movilicen con aras de trabajar vengan con
una protección, y en lo posible se les garantice el
cumplimiento de sus derechos por parte de los empleadores".

Costa Rica ha tenido un creciente desarrollo en diversos
sectores económicos, dentro de los cuales está la
construcción, principalmente con fines turísticos,
donde se estima para el 2007 mas de cuatro millones de pies
cuadrados a nivel nacional, casi tres millones en viviendas,
699.039m2 en comercio, 340.369m2 en industria y otros 156.396
m2.  Según datos proporcionados por la Cámara de
la Construcción de Costa Rica, (CCC) el 41 por ciento de la
construcción se realiza en áreas costeras del
país.

Por su parte, las autoridades del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social de Costa Rica (MTSS), han señalado que
existe una falta de mano de obra, especialmente en la zona de
Guanacaste, en donde la mayoría de las empresas de
construcción informan que el recurso humano costarricense es
escaso, por lo que más del 60 por ciento de las personas que
se contratan son nicaragüenses.

Para canalizar la contribución que generan los
movimientos migratorios en los procesos de desarrollo en Costa Rica
y Nicaragua, apoyar en el crecimiento económico, y mejorar
las condiciones sociales en las zonas de alta migración de
Costa Rica y Nicaragua, la Agencia Española de
Cooperación Internacional (AECI) inició en el
año 2005 el Proyecto Codesarrollo Costa Rica -
Nicaragua.

La OIM está a cargo de la administración y
ejecución de las actividades del proyecto, tanto en Costa
Rica como en Nicaragua.  Las oficinas de la OIM en ambos
países están trabajando en una serie de iniciativas
que buscan mejorar las condiciones de empleo, así como el
nivel de vida de los migrantes y sus familias.

Entre otras actividades, el proyecto busca regular los flujos
migratorios laborales de los trabajadores nicaragüenses en
Costa Rica, favoreciendo las condiciones de inserción
laboral en los mercados de trabajo dominados por migrantes, mejorar
la situación económica y psicosocial de los migrantes
y sus familias, y promover la integración social de los
migrantes en Costa Rica.

Dentro del ordenamiento de flujos migratorios laborales, se
establecerá un procedimiento homologado, por medio del cual
se coordine la oferta y demanda de mano de obra en cada
país, y en donde las instancias involucradas, entre ellas
ministerios de trabajo y las direcciones de migración,
facilitarán el movimiento de contingentes de trabajadores de
un lado hacia el otro en los diversos ciclos productivos
identificados en el lado costarricense.  Cancillería de
Nicaragua llevará una base de datos de las contrataciones
para facilitar el monitoreo de las condiciones laborales, ingresos
y egresos de los migrantes.

Al llegar a Costa Rica, el MTSS otorgará un permiso de
trabajo con un tiempo estipulado para que cada trabajador migrante
se pueda desempeñar en un proyecto de construcción
determinado y en una ocupación definida.  Para ello,
las empresas realizarán la solicitud de los trabajadores al
MTSS, quien coordinará con el Ministerio del Trabajo de
Nicaragua la selección de los trabajadores.

Según Johnny Ruíz, "La armonización de este
proyecto está en función del éxito del
procedimiento que se logre instaurar y fundamentalmente de que
exista un verdadero compromiso de las instituciones y de los
sectores en Costa Rica  y por parte de Nicaragua que las y los
migrantes dispongan de información de cómo hacer un
mejor ejercicio migratorio en función de necesidades
ordenadas y regulares".

El Proyecto Codesarrollo ha venido a destacar un área de
trabajo en Costa Rica donde hay una actividad fuerte e
interés en muchas empresas para poder resolver la penuria de
recurso humano, a través de la coordinación
interinstitucional de entidades que trabajan independientemente
tales como el MTSS, la Caja Costarricense del Seguro Social,
Cámara Costarricense de la Construcción, Colegio
Federado de Ingenieros y Arquitectos, y la Dirección General
de Migración y Extranjería.

El proyecto promete beneficios para ambos países: para el
2007, a partir del mes de octubre, se dará una cuota de
10.000 trabajadores migrantes para entrar progresivamente a Costa
Rica y laborar con contrato temporal.  Preliminarmente se ha
definido que para el 2008 se requieren 61.904 personas para la
construcción y para los próximos dos años
77.267.

Según Horacio Argueta del Ministerio de Trabajo en
Nicaragua: "El  mejor beneficio que  Nicaragua puede
recibir son los beneficios que van a tener los trabajadores a
través de los movimientos ordenados, siendo informados sobre
sus derechos laborales.  El proyecto de Codesarrollo vino a
solventar la necesidad que teníamos de una migración
laboral  que beneficie a la población migrante, la cual
pretende movilizarse en contingentes ordenados en
coordinación con ambas instituciones del estado".

El proyecto permitirá que personas como don Modesto
puedan lograr su sueño en condiciones laborales dignas y
seguras.  "Existen diferencias entre Costa Rica y Nicaragua,
no puedo pensar en regresar porque aquí pude cumplir mis
metas, la vida ha sido buena.  Sin embargo, Nicaragua siempre
estará en mi corazón", añadió don
Modesto con semblante de melancolía.