Al menos 23 personas perdieron la vida en Sri Lanka tras las torrenciales lluvias de estos últimos días que ocasionaron inundaciones y deslizamientos de tierra en este país, causando estragos para más de 100.000 personas.

En coordinación con las autoridades locales y el Centro Nacional de Servicios de Socorro en casos de Desastre, y gracias al apoyo financiero de AmeriCares, la OIM prestó asistencia a 250 familias afectadas por las inundaciones en el Distrito de Kalutara. Se distribuyó a estas familias artículos de higiene, toldos de lona, bidones y esteras para dormir.

En Kalutara, al sur de Colombo, han fallecido 14 personas, mientras que los deslizamientos de tierra han destruido 44 viviendas. La mayoría de los desplazados retornó a sus hogares al cabo de tres días, aunque algunas familias permanecen en casa de parientes y amigos hasta que pasen las inundaciones.

La Sra. Aruni Perera, madre de siete hijos, perdió su vivienda de barro en las inundaciones. A pesar de ello, ahora quiere concentrarse en el futuro y dice que la asistencia prestada ha sido un alivio para todos hasta que puedan volver a sus hogares y encontrar otras alternativas.

La temporada de monzones del verano ha ocasionado inundaciones donde el nivel del agua alcanzó más de seis metros en algunas regiones y sigue dificultando el acceso a algunos caminos internos. Las inundaciones también afectaron infraestructuras esenciales, a saber: escuelas, hospitales y medios de transporte. En ese contexto, se ha desplegado a los voluntarios de la Cruz Roja para que alerten a las familias que residen en zonas bajas al borde del río. Estos voluntarios también prestan asistencia en las evacuaciones, cuando quiera que sea necesario.

Otro motivo de preocupación son las lluvias que han destruido más de 160 hectáreas de plantaciones de arroz y otros. Ello podría tener consecuencias económicas desastrosas para la localidad, puesto que la agricultura es el medio de sustento de un tercio de la fuerza laboral.

En los últimos años, hay frecuentes inundaciones en Sri Lanka, es más en 2006 y en 2008 hubo fuertes inundaciones. Hasta la fecha, la pérdida de vidas fue notable en 2003, cuando fallecieron 180 personas.

Giuseppe Crocetti, Jefe de Misión de la OIM en Sri Lanka destaca “Ello pone de relieve la necesidad de invertir en la reducción del riesgo de desastres y en la gestión comunitaria de los desastres. Las comunidades tienen mucha más resiliencia cuando están bien preparadas para hacer frente a los cambios climáticos y meteorológicos.”