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La Oficina de la OIM en Micronesia presta asistencia a los marineros a bordo de un buque siniestrado

La semana pasada, una tripulación de marineros chinos desamparados fueron los inesperados beneficiarios de la asistencia prestada por la Oficina de la OIM en Micronesia, después de que un buque que enarbolaba el pabellón de Kiribati —encallado en un arrecife frente a las costas de la ciudad de Pohnpei— quedara prácticamente sin provisiones y electricidad.

El Ping Da 7 es un enorme buque refrigerado para el transporte de pescado, que desde el 11 de diciembre pasado, permanece varado en los arrecifes de Kepikepin Parem. A bordo lleva considerables reservas de combustible, petróleo, refrigerante de amoniaco y aceite lubricante. El Gobierno ha declarado una situación de emergencia puesto que ha observado recientemente, que el buque ha empezado a tener fugas que se desparraman en el mar.

El Jefe de Misión de la OIM en Pohnpei, Ashley Carl, señaló: “Cuando el Ministerio de Justicia se puso en contacto con nosotros, aunamos esfuerzos con la policía nacional para llevar material de cocina y alimentos a los tripulantes desamparados. Esto es coherente con nuestra misión: no nos limitamos a prestar asesoramiento en materia de migración, sino que también nos esforzamos por ayudar a cualquier migrante en dificultades, incluidos marineros desamparados”.

La OIM y las autoridades nacionales compraron frutas y verduras frescas, arroz, fideos orientales, carne enlatada y huevos así como cocinas de gas butano con sus bombonas de gas, y los llevaron por barco al Ping Da 7 y su tripulación.

El Gobierno de los Estados Federados de Micronesia y la OIM seguirán prestando asistencia a migrantes desamparados, siempre y cuando sea posible, a través del Centro para Migrantes, que ha establecido en Kolonia y que celebrará su primer año de existencia en marzo.  

Entre tanto, el panorama no es alentador para el Ping Da 7 y sus tripulantes. Ashley Carl, de la OIM, afirma: “Carecen de electricidad la mayor parte del día, ya que dependen de la marea para el enfriamiento del generador. No pueden tirar sus desechos, y el buque se mueve constantemente y se ve arrastrado hacia los arrecifes. En realidad se halla encallado en coral seco cuando baja la marea.”  

Si bien hay pocos incidentes con este tipo de buques, a veces hay grandes buques pesqueros que golpean los arrecifes de islas periféricas, causando importantes daños medioambientales a los arrecifes, que desde ya están experimentando los efectos adversos del cambio climático.