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Quiénes somosLa Organización Internacional para las Migraciones (OIM) forma parte del Sistema de las Naciones Unidas y es la organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve una migración humana y ordenada para beneficio de todos, con 175 Estados Miembros y presencia en 171 países.
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Nuestro trabajoComo organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve una migración humana y ordenada, la OIM juega un rol clave apoyando el logro de la Agenda 2030 por medio de diferentes áreas de intervención que conectan la asistencia humanitaria con el desarrollo sostenible.
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Informando a la población a través de movilizadores comunitarios
El día después del seísmo del 12 de enero, la
media docena de estaciones de radio que habían conseguido
permanecer en el aire tras resistir a la catástrofe
rindieron un enorme servicio a la desesperada población
haitiana. Antes de la intervención de organizaciones
humanitarias y de que las autoridades pudieran coordinar sus
acciones, la radio fue el único medio de
comunicación, comunitaria y humanitaria, del que
disponían el millón y medio de personas que perdieron
sus hogares.
Utilizado para enviar mensajes de socorro, para informarse de la
suerte corrida por familiares y para compartir las experiencias
vividas, los medios de comunicación orales fueron, por
primera vez, más sociales que políticos, continuando
así algunas semanas más tras el
seísmo.
Para fortalecer este enfoque, la ONG estadounidense
Internews lanzó el programa Enfòmasyon
nou dwe konnen (Información de utilidad), emitido
diariamente en Criollo en varias estaciones de radio
nacionales.
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target="_blank" title="">Migraciones – Verano 2010
Seis meses después de la catástrofe, se ha
conseguido una mejor coordinación entre gobierno,
organizaciones internacionales y ONG. No obstante, en los dos
municipios más gravemente afectados por el temblor de
tierra, la mayoría de los afectados continúan
viviendo en campamentos.
En la actualidad, un gran número de ciudadanos expresa su
deseo de participar en los programas de dinero por trabajo.
En cuanto a la ayuda, algunos de ellos afirman no haber recibido
nada desde hace varias semanas y existen rumores que hablan de una
posible movilización contra las autoridades quienes,
aparentemente, tendrían la intención de expulsarlos
de las zonas que ocupan desde el pasado mes de enero. Como
consecuencia de las necesidades insatisfechas, cada vez que un
equipo humanitario llega a un campamento, surge la esperanza de que
sea para proceder a la distribución de alimentos.
Para evitar este tipo de malentendidos, así como posibles
situaciones caóticas provocadas por la falta de
información fidedigna, se ha puesto en marcha un sistema de
comunicación de proximidad en el que se tienen en cuenta las
urgencias y la evolución de las prioridades. Tal y
como afirman varias organizaciones humanitarias en el terreno, el
papel que juega este enfoque comunicativo resulta primordial,
convirtiéndose rápidamente en un elemento fundamental
de la comunicación entre la comunidad humanitaria y los
afectados.
Acercamiento a la población
«En estos momentos, lo importante es acercarse a aquellos
que siguen sin comprender las acciones de las ONG y del
gobierno», señala Pascale Verly, oficial del
departamento de comunicación de la OIM y responsable de la
sección de movilizadores comunitarios.
«Cada vez que repartimos cupones, la gente piensa que va a
recibir alimentos», asevera Stéphanie Daviot, oficial
del equipo de registro de la OIM. En el campamento de
Vallée de Bourdon, por ejemplo, cientos de desplazados
internos acorralaron a los agentes encargados de una
operación de registro, lo que demuestra la enorme
confusión reinante entre la población en cuanto al
papel y a las acciones de los diferentes actores que intervienen en
estas instalaciones. Por ello se ha creado el papel del
movilizador comunitario, cuyo trabajo consiste justamente en
disipar este tipo de confusiones a través de la
instauración de un diálogo entre todas las
partes.
Financiado por el Gobierno japonés y el Fondo de
respuesta humanitaria de urgencia para Haití (ERRF, por sus
siglas en inglés), el departamento de comunicación de
la OIM en Haití colabora con el gobierno en la
transmisión de mensajes para los desplazados internos. De
hecho, son numerosas las ocasiones en que los mensajes oficiales
llegan a los desplazados internos a través de los
movilizadores comunitarios, encargados básicamente de
informar y sensibilizar a las personas afectadas.
Características de los
movilizadores comunitarios
La elección de movilizadores comunitarios se basa en la
capacidad de los candidatos para entablar conversaciones con las
comunidades y para trabajar bajo presión, así como en
la facilidad para mantener una buena relación con los
diferentes segmentos de la población. La
formación ofrecida completará, posteriormente, estas
aptitudes.
Los movilizadores comunitarios colaboran en el trabajo
desarrollado por otros equipos de la Organización.
«Los demás departamentos de la OIM son como clientes a
los que ofrecemos un servicio de comunicación que facilita
el trabajo realizado en el terreno», explica Elisabeth
Labranche, una joven estudiante de filosofía y
movilizadora.
«Tanto río arriba como río abajo, el equipo
de comunicación ocupa un lugar fundamental en el proceso de
inscripción», agrega Daviot de la OIM. La
principal responsabilidad de su equipo consiste en recabar datos
precisos sobre las familias residentes en los campamentos, incluso
cuando estas desconocen el porqué y las implicaciones de la
tarea realizada.
De ahí la importancia de realizar dichas campañas
de información y sensibilización, organizadas con
anterioridad a la intervención de los equipos de registro, y
de la buena relación de los movilizadores con la
población. No obstante, la campaña de
información continúa durante todo el proceso de
inscripción de familias. Una vez finalizada esta
actividad, los participantes desean conocer las acciones que se
tomarán como resultado de la información
recabada.
En otras ocasiones, los movilizadores son los encargados de
disipar los temores de los responsables de los campamentos.
«Son varias las ONG que han llevado a cabo inscripciones
aquí», se queja Gerson Edée, responsable del
centro deportivo de Carrefour, en el que se alojan más de
780 familias.
Antes de conocer con precisión la importancia del
registro, Edée temía que se tratase de otra
inscripción más que, de nuevo, quedaría en el
aire.
«Privilegiamos la comunicación oral y
visual», explica Pascale Verly.
El equipo de comunicación de la OIM emplea igualmente
métodos lúdicos para la difusión de los
mensajes. Kenny Mix, un conocido Disc Jockey en Haití
recorría los campamentos mientras que los movilizadores
reparten folletos informativos sobre las diferentes etapas que
componen el proceso de registro. Tristemente, Kenny Mix
murió el mes de junio, lo cual ha dejado un gran
vacío entre la población.
Gracias a los movilizadores de la OIM se ha conseguido apaciguar
las preocupaciones de la población de la Vallée de
Bourdon, a quien el gobierno quería trasladar a un
campamento más seguro. Si bien el reasentamiento no es
más que una de las cinco opciones ofrecidas a los afectados,
estos no suelen estar convencidos de alejarse de sus lugares de
origen y de sus modos de vida.
Para calmar estas inquietudes y tranquilizar a reasentados y
comunidades de acogida, la OIM fomenta la creación de
comités de bienvenida. La función de los
miembros de estos comités consiste en explicar el
funcionamiento de los nuevos centros de acogida y disipar
así los numerosos temores de los desplazados. Como
resultado de ello, más de 7.300 personas han aceptado
trasladarse desde que comenzase el proceso de reasentamiento.
La comunicación fluye también en sentido inverso;
es decir, de los afectados a la comunidad humanitaria, a
través de la OIM. Los residentes de los campamentos se
sirven igualmente de la presencia de los movilizadores comunitarios
para transmitir sus mensajes a diferentes organizaciones.
«Los datos recabados durante la campaña de registro
nos han permitido crear una base de datos que será de gran
utilidad para el proceso de reconstrucción nacional»,
afirma Pierrot Rugaba, del equipo de registro de la OIM.
Rugaba agrega: «se trata del comienzo de un proceso
comunicativo que favorecerá la reconstrucción del
país, un proceso que considera las necesidades esenciales de
los haitianos».
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