Migrant Stories

Cosechando granos de paz para Colombia y el mundo

"Acá en Nariño producimos el mejor café del
mundo"

José Herney López lleva más de 45
años produciendo el que, él dice, es el mejor
café del país. Desde niño aprendió a
trabajar la tierra y durante toda su vida ha visto crecer los
cafetales y recoger uno a uno los granos maduros de
café.

Junto con su esposa, sus hijas y nietos, hace parte de las 35
familias de la Asociación de Productores Nueva Esperanza de
la vereda Rosapampa en el municipio La Florida, quienes gracias a
un proyecto apoyado por Empresas de Nariño, la Agencia del
Gobierno de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM),
han podido modernizar sus cultivos y hoy en día tienen
mejores oportunidades para la comercialización de su
producto.

Antes del proyecto todo era completamente diferente, explica
José Herney: "nosotros conocíamos empresas
comercializadoras de café pero no recibíamos
capacitación ni acompañamiento. Todo el mundo nos
decía que nuestra zona produce uno de los mejores
cafés del país pero no teníamos apoyo de
nadie."

La familia de José Herney, al igual que sus
compañeros de la Asociación, han sido víctimas
de los hostigamientos de los grupos armados que operan en la
región, quienes han afectado no sólo su estabilidad
física y mental sino que además, han perjudicado
profundamente su situación socio-económica.

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Familia y mapa de su finca. © IOM 2011

"Cuando llegaron las personas de Empresas de Nariño y nos
dijeron que nos asociáramos para trabajar con ellos,
nosotros lo pensamos, pues uno siempre es desconfiado, pero luego
de pensarlo, con mucha fe y esperanza, en que podían mejorar
nuestra situación decidimos participar." Fue así como
él y las familias productoras de Rosapampa decidieron
asociarse y vincularse al proyecto.

A sus 60 años, José Herney aprendió lo que
nunca pensó que le enseñarían. “Con las
capacitaciones que nos han dado nosotros hoy sabemos de
técnicas para seleccionar y recoger el café, el
proceso del secado, el tratamiento para enfermedades como la rolla
o la broca y así mejoramos el producto que le entregamos a
la empresa."

Así mismo, reconoce que su Asociación ha avanzado
mucho. Hoy son los campeones de la "Carrera Cafetera" una
iniciativa que premió a tres organizaciones de productores
por su volumen de ventas, la asistencia a capacitaciones
técnicas y ambientales y la aplicación de las
recomendaciones hechas por los expertos que apoyan el proyecto. El
gran logro es que han podido concientizarse de la importancia de
unirse para trabajar juntos y entregar a sus compradores un
producto de alta calidad.

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OIM y Empresas de Nariño han
desarrollado desde el 2004 el "Programa de desarrollo sostenible
para las familias caficultoras víctimas de la violencia en
Nariño" que en su primera fase contó con la
asistencia de la Embajada de Holanda y desde el 2009 se lleva a
cabo con el apoyo de USAID. Un total de 1.960 familias han sido
beneficiadas en 19 municipios del departamento. Esta experiencia ha
permitido consolidar un modelo a través del cual la empresa
privada, en conjunto con la cooperación internacional y las
instituciones gubernamentales, aportan al desarrollo
socio-económico de las comunidades más vulnerables
del país alcanzando impactos significativos.

El cuidado medio ambiental ha sido también un elemento
especial dentro del proyecto. "A nosotros nos han enseñado
no sólo a manejar los cultivos de café, pero
además sabemos que tenemos que sembrar las barreras vivas
para que nos sostengan el terreno, tenemos que cuidar la naturaleza
y mantener vivas las fuentes de agua" explicó
José.

Para él el futuro de quienes han participado en el
proyecto ha cambiado para siempre: "hemos dejado de ser campesinos
recolectores de café y nos hemos convertido en
técnicos y conocedores del tema."

Empresas de Nariño es el comprador directo del producto
de los trabajadores, lo que permite que los productores obtengan un
mejor precio que al comercializarlo a través de
intermediarios.

José y los compañeros de su asociación
seguirán trabajando juntos, pues se han dado cuenta que al
trabajar juntos han forjado lazos de comunidad y vecindad que les
permitirán continuar golpeando puertas y aprovechar de mejor
manera las oportunidades que se les presenten en el camino.