Las crisis de desplazamiento de personas pueden tener impactos complejos y catastróficos en la vida de las poblaciones afectadas, alejándolas de sus hogares y comunidades y privándolas de sus medios de subsistencia.   

Estos impactos incluyen algunos de naturaleza visible como lo son los daños a las viviendas y la infraestructura pública, las lesiones e incluso la muerte.  

También incluyen algunos impactos menos visibles o factores que podrían, en algunos casos, haber llevado a su desplazamiento en primer término, como por ejemplo las tensiones inter o intra comunales por escasez de recursos, o la marginalización de diferentes grupos sociales o étnicos. 

La transición para salir de la fase inmediata de emergencia de las crisis de desplazamiento si bien es algo positivo, en la mayor parte de los casos revela impactos más profundos, más complejos y más duraderos sobre la estabilidad de las áreas afectadas. Las crisis de desplazamiento pueden afectar o erradicar las estructuras sociales, físicas, políticas, económicas, culturales, judiciales y las estructuras y sistemas de seguridad requeridos para que las sociedades y comunidades puedan funcionar.   

Si no fuera abordada, la inestabilidad multi-dimensional podría derivar en la aparición o el resurgimiento de la violencia, de crisis humanitarias y de desplazamiento y también incidir en el logro de soluciones duraderas.  

El enfoque de estabilización de las comunidades de la OIM comprende programación impulsada localmente y basada en el desarrollo, en crisis o en contextos transicionales o frágiles. Esta programación tiene como objetivo el de prevenir, mitigar y reducir los agentes impulsores y efectos negativos del desplazamiento, la migración irregular y del retorno.  

La OIM trabaja junto a los Gobiernos, actores clave y las poblaciones para promover la estabilidad a nivel local y para salir de una crisis o de una situación de fragilidad, allanando el camino para enfoques más sostenibles hacia el desarrollo. 

El enfoque para la estabilización de las comunidades combina el abordaje de las necesidades de recuperación tempranas con un foco específico en el abordaje de los factores que desestabilizan a las comunidades, restaurando la cohesión horizontal en las comunidades y los contratos sociales verticales con liderazgo local, para los que tanto la flexibilidad como una comprensión en profundidad de los contextos locales son esenciales.  

Las intervenciones incluyen, interalia, planeamiento y recuperación de base comunitaria; reconciliación a nivel local; restauración de medios de subsistencia de impacto rápido; acceso inclusivo a servicios básicos; fortalecimiento de las capacidades de las autoridades locales; y fortalecimiento de la cohesión social por medio del deporte, las artes, la cultura, y la comunicación estratégica.