Mientras enfrentamos una variedad cada vez mayor de desafíos en todo el mundo, nuestro viaje hacia los objetivos de la Agenda 2030, incluyendo la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las jóvenes, está en riesgo. El camino hacia el desarrollo sostenible, la paz y la erradicación de la pobreza depende de la participación inclusiva, equitativa y significativa de las mujeres y jóvenes en todos los niveles de la sociedad, junto a la erradicación de la discriminación y la violencia contra ellas.  

Adhiriendo a la celebración del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, la Organización Internacional para las Mujeres (OIM), pone de relieve la necesidad urgente de emprender acciones unificadas para brindar apoyo a las mujeres y jóvenes migrantes, desplazadas y a las de la diáspora, en toda su diversidad. Este apoyo incluye un compromiso con las estrategias financieras sensibles a las cuestiones de género que propulse un desarrollo sostenible e iniciativas climáticas vigorosas, colocando a las líderes feministas en el centro de todos estos esfuerzos.  

Este Día Internacional de la Mujer es un momento crucial para poner de relieve de qué manera un enfoque orientado a la migración puede contribuir con el desarrollo sostenible y destacar la importancia de invertir en las mujeres y las jóvenes. Las mujeres y las jóvenes de las comunidades de personas migrantes, desplazadas y de la diáspora son indispensables para poder aprovechar los impactos positivos de la migración y cumplir con las promesas de la Agenda 2030.